domingo, 25 de septiembre de 2011

Consejos para estudiar: ¿cómo elegir el mercado?

Posted by Perro Gemelo | domingo, 25 de septiembre de 2011 | Category: , , , , , |


Consejos para estudiar: cómo elegir el mercado

( Leer primera parte )


   Una vez finalizada la universidad, lo suyo es ponerse a pensar cómo encontrar un empleo acorde con el nivel adquirido. Si se tiene la suerte de no depender exclusivamente del sueldo a percibir, entonces tenemos una gran ventaja a la hora de seleccionar a nuestro futuro empleador, es decir podemos presionar y reivindicar mejoras en el contrato sin temor a quedarnos sin opciones. El problema empieza cuando se necesita el puesto con cierta urgencia. Hay muchas frases escritas y miles de consejos al respecto por lo que yo no ampliaré el tema. Lo que trataré de explicar es cómo se están organizando las empresas hoy día –un elemento importante a tener en cuenta durante nuestra búsqueda– y cuál es la mejor manera de acceder a los puestos de trabajo.
   En el mundo ideal, lo más conveniente es abrirse camino desde antes de finalizar los estudios, con el único objetivo de acumular experiencia. Este es un tema fundamental cuando se ha de competir por un puesto de trabajo. Hoy día realmente son muy pocas las empresas que deciden contratar personal inexperto, y ese muro puede llegar a convertirse en una barrera infranqueable para los candidatos. Es por eso que aunque resulte poco alentador trabajar sin remuneración alguna, es conveniente esforzarse durante los años de estudio y aceptar puestos de trabajo poco o nada remunerados: como becarios o ayudantes de segunda.
   Igual de ideal sería encontrar un puesto de trabajo con una empresa final, es decir una empresa que se dedique realmente a producir, porque además de las numerosas ventajas que se obtiene del rendimiento directo en el trabajo, los trabajadores se ven inmersos en un mundo del cual se sienten parte, y eso sólo puede ser bueno para el compromiso moral que cada uno adquiere con la sociedad. El problema está en que debido a la inestabilidad de los mercados, las fusiones de empresas, reestructuraciones, y en última instancia las deslocalizaciones, a éste tipo de empresas les interesa, cada vez menos, tener su propia plantilla de trabajadores, y lo que hacen es subcontratar al personal, o sea compran horas de trabajo en lugar de contratar personas. Aquí es donde entran en juego las consultorías, las otras grandes componentes del mercado: ellas son las que contratan personal para ofrecer horas de trabajo a las empresas finales, es decir se hacen cargo del papeleo, quitándole al empleador todo lo relacionado con la contratación y la antigüedad del trabajador; las ventajas que para las empresas finales tiene este sistema está de más mencionarlas. Para una persona en busca de un sueldo, ser parte de una consultora no es una mala opción porque se obtienen ciertas ventajas, la más importante de ellas es la estabilidad laboral; el resto de ventajas, como la formación y el reciclaje, se pierden irremediablemente en el limbo de las promesas, pero cuando uno tiene la vida por delante eso puede tener poca importancia.
   Dentro de las consultorías ha aparecido otro tipo de empresas conocidas popularmente como las ‘body shopping’. Éste concepto ya ha sido utilizado para denominar así a las consultoras en general, pero es solo ahora cuando su significado ha adquirido su verdadera dimensión. El negocio de éstas empresas resulta de contratar personal y venderle horas de trabajo a otras consultoras; es evidente que para obtener márgenes de ganancia aceptables tienen que ofrecer las horas de trabajo a menor precio, por lo que sus ventajas las adquieren suprimiendo más derechos laborales: los contratos que ofrecen son temporales, no hay facilidades en ningún sentido y muchas veces ni siquiera cuentan con oficinas en las que sus empleados puedan pasar el tiempo cuando sus horas no han sido vendidas. Lo más curioso de éstas empresas es que se especializan en venderle horas de trabajo a consultoras que reciben ayudas estatales o, en el caso de España, comunitarias; supongo que todo forma parte de la gran red que se aprovecha de los fondos de integración, al límite de lo dudoso aunque sin llegar a cometer un delito. Aunque por esa parte no haya delito, éste se comete al ofrecerle condiciones laborales miserables a sus empleados.
   Visto el panorama, está claro que al buscar un empleo, lo más recomendable es encontrar un puesto de trabajo en una empresa final, aunque éste sea mal remunerado al inicio; con toda seguridad irá mejorando con el tiempo y la estabilidad laboral está asegurada. Tampoco es mala opción trabajar para una consultora de primera, pero no debe ser una gran aspiración formar parte de ella para el resto de la vida. A lo que sí hay que huirle como a la peste es a las consultoras de ‘body shopping’. Hay que tener todo esto en cuenta al momento de buscar un empleo.

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