lunes, 19 de septiembre de 2011

Sin avance no hay mejoras

Posted by Perro Gemelo | lunes, 19 de septiembre de 2011 | Category: , , , , |

Sin avance no hay mejoras

   Hace unos días recibí la visita sorpresa de unos amigos nicaragüenses que hacía tiempo no veía. Ambos son originarios del norte, y como allá es costumbre nunca llegar a casa de un amigo con las manos vacías, en éste caso tampoco lo hicieron: llevaron ron de caña del blanco y un kilo de jocotes tiernos, una delicia para el paladar de un nicaragüense extraviado por el mundo, hay que reconocerlo.
   Uno de ellos, uno muy grande y bonachón, moreno y regordete, que sin ser mala persona a veces resultaba desagradable por lo jactancioso y hablantín, al calor de los tragos empezó a explicar la manera en que él esperaba que fuesen sus relaciones con los demás, a pesar de vivir en el extranjero: dicho en dos frases, “a lo nica” y “a su manera”. Traducido, lo que mi amigo explicaba era que él era nicaragüense de pura cepa, lo habían educado de una manera, y de acuerdo a esa ley era que vivía. Eso en realidad significaba un montón de cosas, las que por supuesto luego aclaró; a mí lo que más me llamó la atención fue lo que explicó sobre las mujeres: que tenían que ocuparse de la casa, soportar sus infidelidades, recibir su ‘guantazo’ cuando a él algo le disgustaba, y si no estaban de acuerdo con su forma de ser podían irse cuando quisieran. Me sorprendió que una persona que se ha pasado dieciséis años estudiando aún tuviera la mente tan cerrada. Discutimos un rato sobre el tema, y evidentemente fue imposible hacerle ver cuánto se estaba equivocando.

   Cuando se marcharon de casa me quedé pensativo. No pensaba en ellos realmente, porque al fin y al cabo la primera parte de lo que decía era coherente: no nacemos aprendidos, se nos enseña, y en nuestra tierra natal se nos enseña muy mal, por costumbres históricas o por lo que sea, pero en general se nos explica mal la forma de establecer las relaciones sociales. En realidad pensaba en nuestro cerebro: me preguntaba si realmente hay conocimientos, razones y novedades que no podemos procesar. Al fin y al cabo eso es lo que ocurre: por algún motivo hay conocimientos que no aceptamos, como es el caso del machismo, y nadie nos hará entrar en razón que no debe ser así por muy razonables que las explicaciones parezcan.
   Pero ya puestos, el tema se puede generalizar porque no pasa sólo en el caso que exponía, ocurre en todos los ámbitos en que los ciudadanos nos movemos –las relaciones sociales a las que me refería–; así por ejemplo, en nuestro país aún se conservan muchas costumbres dañinas que no se pueden erradicar ni se podrán erradicar en las próximas décadas a pesar de saber que en otros aspectos del pensamiento humano hemos avanzado bastante. Podría enumerar aquí muchos ejemplos, pero seguramente hay dos por los que en éste momento se dan largos debates en casi todos los países hispanos y Francia: las corridas de toros –a la española, con el toro muerto al final de la faena–, y las peleas de animales –de gallos, de perros, etc.–. (Son debates apasionados y sin fin, en los que nunca habrá un claro ganador, entonces las medidas a tomar son de otro estilo; en algunas partes de España, por ejemplo, se están prohibiendo a través de edictos que emiten las alcaldías, con el visto bueno de los gobiernos de las comunidades autónomas, y por último ratificados en el congreso nacional y transformados en leyes.)

   Enlazando con el caso de mi amigo, y aunque parezca simplista lo que voy a decir, pienso que así se puede, al menos en parte, explicar lo que ocurre con los gobernantes que se aferran a la idea de que ellos son indispensables y los únicos que traerán las bondades a su pueblo, que sin ellos la sociedad se derrumbará. Y no me estoy refiriendo a su personalidad –ese es un tema complejo que nadie ha podido resolver por completo–, sino que me estoy refiriendo a la forma de tratar y considerar a los demás: existimos más personas en el mundo y nos merecemos un tratamiento, una confianza, acorde con los tiempos que corren. Cualquier otra manera de proceder que no se base en esa idea, es una forma de pensar muy antigua que en su momento quizás fue valiosa, pero a causa del avance del pensamiento ya no puede ser así, es decir, o esos retrasados aceptan que la sociedad en general avanza y que la democracia se va estableciendo por doquier, o se apartan, porque de lo contrario la ola los arrastrará.
   Y ejemplos sobran muchos.

Currently have 1 comentarios:

  1. Gracias por el artículo, haber si finalmente abrimos la mente y damos paso a los avances - Felicidades !


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